Hernani

Villa medieval

Convento de San Agustín

La iglesia en la Edad Media

Plaza Berria

Principios del s. XX

Beroitz Etxea

La alta sociedad

Dorretxea

La Hernani defensiva

San Juan Bautista

Una iglesia para el pueblo

Ayuntamiento

Las guerras carlistas

Andre kalea

La sidra

El Arco

La muralla de Hernani

Portalondo

De las hermandades a las diputaciones





Plaza Berria

Principios de s. XX

Hoy es 27 de septiembre de 1924, sábado. Plaza Berria está a rebosar. No hay puestos de baserritarras, pero muchos comerciantes aprovechan la ocasión para vender de todo, con su habitual destreza oratoria.

Entre la muchedumbre se puede distinguir a «Txirrita», el popular bertsolari que vende versos impresos en papel. Algunos le encargan coplas, generalmente de escarnio contra personas de conducta reprochable. Al pasar por Kale Nagusia es probable que Joxepa Zubeldia le responda desde el balcón en un espectacular desafío de improvisación. No son habituales las mujeres bertsolaris, pero es que Joxepa no es una mujer normal. De joven tuvo que ir a servir a Madrid. Allí se casó, pero al enfermar su marido, tuvo que volver a su Hernani natal. Nunca dejó de cantar bertsos.

Joxepa Zubeldia puso versos a la revuelta popular,  que en 1918 se opuso al traslado de enfermos de viruela al hospital de Hernani.

Fue, principalmente, la acción de las mujeres del pueblo la que detuvo esta imposición gubernamental.

La gente ha venido desde Donostia, Irun, Francia… Y es que hoy se celebra la final de la «Segunda edición del circuito automovilístico de Lasarte-Oria». Los bólidos más rápidos, las marcas más famosas y los mejores pilotos de Europa pasarán por el centro de Hernani; la expectación es enorme.

Circuito de Lasarte

Durante años, fue uno de los circuitos más espectaculares del mundo y uno de los favoritos de los pilotos. Un recorrido de algo más de 17 kilómetros que pasaba por las localidades de Lasarte, Andoain, Urnieta y Hernani.

A principios del s. XX, Hernani vive una cierta bonanza económica. Las calles están empedradas, alumbradas con luz eléctrica, existe oficina de correos y también teléfono público. Pero la gran revolución la ha traído el tranvía, que desde 1903, comunica Donostia y Hernani. A la localidad se acerca mucha gente de la capital para pasear, disfrutar de sus «sagardotegis» o degustar las delicias de la chocolatería Adarraga. Mientras se apean en la estación, coinciden con «baserritarras» que suben al tranvía cargados con su mejor género, y con las lavanderas que llevan la ropa limpia de la gente pudiente de la capital. Una vez a bordo y tras girar el tranvía en Plaza Berria, tomarán rumbo a Donostia.

El tranvía favorece el tránsito de personas y acerca las modas de la capital. Precisamente, en Plaza Berria, se edificó, en 1907, una preciosa casa, de maravillosas vidrieras y capilla, en estilo modernista de aire romántico. Obra del famoso arquitecto donostiarra Ramón Cortázar.

En este ambiente de florecimiento, nadie podía imaginar la miseria y el dolor que pocos años después traería la Guerra de 1936, pero eso es otra historia.